No solo eres madre, también eres mujer.

Son muchas las mujeres que, tras ser mamá, asumen un nuevo rol perdiendo su identidad original para adoptar otro rol al servicio de las necesidades de la familia.

Consejos07/07/2020LUJAN365LUJAN365
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Preparar y dar la comida a los niños, bañarlos, acostarlos, hacer los deberes con ellos… Y es verdad que cuando eres madre tu vida cambia, porque tienes nuevas responsabilidades que dependen de ti, pero ¿y esas clases de baile que tanto te gustaban?, ¿y esas reuniones con amigas que tanto te divertían?, ¿y esos momentos a solas con tu pareja?, ¿y esos momentos para llenar la bañera, darte un baño relajante y arreglarte el pelo y uñas sin interrupciones? Todos estos momentos son importantes en la vida de una mujer y no podemos perderlos por el simple hecho de ser madre. 

Cuando damos a luz, por el cansancio y porque nuestras prioridades pasan a ser otras, nos abandonamos físicamente y nos olvidamos de todas esas actividades, reuniones y momentos que antes nos hacía sentir bien. Pero en esos casos no hay que olvidar que, precisamente porque somos madres, somos el ejemplo a seguir para nuestros hijos. Si nuestros hijos ven que no nos cuidamos, que no disfrutamos de una vida social y que no nos dedicamos tiempo para nosotras mismas, aprenderán que ser mujer solo es ser madre y esposa ¿Es que acaso es incompatible ser madre con ser mujer? 

Es importantísimo no perder nuestra identidad. Puedes ser la mejor madre del mundo sin perder todo lo demás.  

Vemos muchas mujeres que con todo el amor del mundo han dedicado su vida exclusivamente a la crianza de sus hijos y ahora, que han crecido, sienten que sus vidas están vacías. Que no han sabido gestionar su tiempo abandonando a muchas de sus amistades, porque no tenían hijos y no seguían su vida de hábitos y rutinas, abandonando actividades con las que disfrutaban, incluso, haciendo que su vida en pareja cayera en la rutina por ser única y exclusivamente mamá. 

Aunque seas madre sigues necesitando tiempo para ti y sentirte realizada no solo como madre sino como mujer. Ser madre conlleva una serie de responsabilidades, pero no por ello tenemos que postergar, ignorar o eliminar nuestras necesidades y nuestros momentos como mujer.

Ser madre no significa convertirte en la última prioridad de tu vida.

Por muy satisfecha que te sientas como madre, hay necesidades que tus hijos no pueden cubrir, siendo tú la única responsable. Debes cultivar un mundo aparte de tus hijos.

Tener toda la disponibilidad emocional para los hijos no implica dejar de quererse a una misma. 

Recuerda que antes de ser madre fuiste mujer. Y que ser mujer es algo maravilloso de lo que no debes olvidarte jamás. 

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