Un estudio asegura que la leche materna puede evitar el daño cerebral en bebés prematuros

Según informó DIARIO LOS ANDES, investigadores de la Universidad de Duke identificaron una molécula grasa en la leche materna que desencadena un proceso en el que las células madre del cerebro producen otras que crean nueva materia blanca.

Esto permite revertir las lesiones de la sustancia blanca, principal causa de deterioro neurológico en los bebés prematuros. El estudio con los hallazgos fueron recientemente publicados en la revista Cell Stem Cell.

¿Cuáles son los beneficios para bebés de la leche materna?

La leche materna es ampliamente reconocida como la mejor fuente de nutrición para los bebés durante los primeros meses de vida. Sus beneficios son numerosos y se extienden más allá de simplemente proporcionar alimento. Aquí hay algunos de los beneficios clave para los bebés de recibir leche materna:

Nutrición completa: La leche materna está diseñada específicamente para satisfacer las necesidades nutricionales de los bebés. Contiene una mezcla ideal de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales que favorece el crecimiento y desarrollo óptimos.

Anticuerpos y protección inmunológica: La leche materna está llena de anticuerpos y otras sustancias inmunitarias que ayudan a proteger al bebé contra enfermedades e infecciones. Esto es especialmente importante en los primeros meses de vida, cuando el sistema inmunológico del bebé aún está en desarrollo.

Digestión más fácil: La leche materna es más fácil de digerir para los bebés en comparación con las fórmulas artificiales. Esto puede reducir el riesgo de problemas gastrointestinales, como cólicos y estreñimiento.

Desarrollo cerebral: La leche materna contiene ácidos grasos esenciales y otros nutrientes que son fundamentales para el desarrollo saludable del cerebro y el sistema nervioso del bebé. Se ha sugerido que los bebés amamantados pueden tener un mejor desarrollo cognitivo a largo plazo.

Vínculo madre-hijo: La lactancia materna fomenta un fuerte vínculo emocional entre la madre y el bebé. El contacto piel a piel y la alimentación frecuente ayudan a fortalecer esta relación y brindan consuelo al bebé.

Menor riesgo de enfermedades crónicas: Se ha demostrado que la lactancia materna está asociada con un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas a lo largo de la vida, como obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.

Mejora del sistema digestivo y del sistema inmunológico: La leche materna contiene probióticos y prebióticos naturales que favorecen un sistema digestivo saludable y un sistema inmunológico fuerte.

Reducción de alergias: Amamantar puede ayudar a reducir el riesgo de alergias y asma en los bebés, ya que la leche materna puede ayudar a regular el sistema inmunológico y prevenir reacciones exageradas a alérgenos.

Variedad en composición: La composición de la leche materna cambia con el tiempo para satisfacer las necesidades cambiantes del bebé a medida que crece. La leche inicial, llamada calostro, es rica en nutrientes y anticuerpos, mientras que la leche posterior contiene una mezcla más equilibrada de nutrientes.

Económico y conveniente: La leche materna es siempre accesible, a la temperatura adecuada y no requiere preparación ni calentamiento. Además, su costo es nulo, en contraste con las fórmulas infantiles.

En general, la leche materna proporciona una gama de beneficios tanto nutricionales como inmunológicos que promueven la salud y el bienestar general de los bebés. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada situación es única y que algunas madres pueden enfrentar desafíos en la lactancia. Siempre es recomendable consultar a profesionales de la salud y considerar lo que funcione mejor para la madre y el bebé en particular.