Mal de chagas: la prevención es clave

A esta enfermedad que afecta a más de 1.500.000 argentinos sólo se la puede vencer con higiene y educación.

Salud y Bienestar01/10/2018 Gabriel Arias para Crónica
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A pesar de que pasan los años y la ciencia avanza a pasos agigantados a nivel de prevención, tratamientos y nuevas medicinas, existe una enfermedad que sigue siendo un verdadero dolor de cabeza para los médicos, y en especial para nuestros profesionales. Sí, nos estamos refiriendo a esa enfermedad que por años ha preocupado al país, como es el mal de Chagas, que si bien aún no tiene una vacuna que pueda erradicar, el mejor camino para evitarla continúa siendo el de prevenir y erradicar la presencia de la vinchuca, el insecto que porta esta infección potencialmente mortal en algunos casos, si no se la atiende de manera rápida.

De qué se trata

Para saber qué es el Chagas se debe comprender que es una enfermedad infecciosa que puede llegar a ser mortal si no se la atiende con celeridad y es causada por el parásito Trypanosoma cruzi, el que se aloja en el interior de un insecto hematófago, aunque en todo el terrritorio es llamado vinchuca, y se contagia cuando este pequeño “bicho” funciona como vector que, al picar y succionar la sangre de los seres humanos, hincha su propio intestino y defeca sobre la piel de su víctima, hasta depositar los parásitos. Por esa picazón, la persona se rasca y sin querer, introduce el microorganismo en los tejidos de su piel.

No es la única forma de contagio. Otra de las maneras es la transmisión perinatal, que crece de manera vertiginosa y hoy representa el 40 por ciento de los casos, en parte por la disminución de la presencia domiciliaria de vectores -léase insectos- al mejorar el estado de las viviendas, y la falta de control para interrumpir la transmisión congénita. Asimismo, las transfusiones de sangre y los trasplantes de órganos también constituyen una posibilidad de adquirir esta enfermedad, pero en estos últimos casos, si el país posee un sistema de tamizaje de bancos de sangre, la chance de contagio es nula.

Finalmente, el contagio también puede darse por ingesta de alimentos contaminados, como comer frutos regionales, jugos y otros que hubiesen estado en contacto con las heces de la vinchuca infectada. En cambio, cabe destacar que no existen casos de contagio del Chagas por saliva o contacto sexual.

En ese contexto, el doctor Jaime Altcheh (M.N. 71.997 y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría) comentó al respecto que “debemos cumplir debidamente las normas referidas al tamizaje universal de Chagas para las embarazadas, detección de los recién nacidos positivos y su tratamiento en busca de la curación. Lamentablemente, un adulto enfermo es un niño que tenía el mal y no se detectó a tiempo”.

Etapas de la enfermedad

Cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que el mal de Chagas presenta durante toda su evolución dos etapas: la primera, llamada fase aguda: en la mayoría de los casos no se presentan síntomas o son leves y poco específicos, como pueden ser fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultad para respirar, hinchazón o dolor abdominal. En el 20 o 30 por ciento de estos casos la enfermedad evoluciona a la siguente fase. La misma se llama crónica: en estos casos los padecientes sufren trastornos cardíacos y alteraciones digestivas, neurológicas o mixtas.

En esta instancia, y sin el tratamiento adecuado, la infección puede causar muerte súbita por arritmias o insuficiencia cardíaca. Si bien todavia no existe un tratamiento adecuado para el paciente crónico, sí hay métodos de prevención para evitar la existencia y crecimiento de la vinchuca en las viviendas y alrededores. Para ello, es clave la fumigación por parte de las autoridades nacionales, provinciales y municipales, y de higiene del lugar donde se vive, de parte de los habitantes. Asimismo, en casos de embarazos se deben realizar los controles obligatorios y correspondientes, así como el control de los bancos de sangre.

Otras recomendaciones son revisar frecuentemente las casas, ya que las vinchucas dejan manchas de materia fecal en las paredes que son fáciles de identificar, por lo que resulta clave que, cualquiera sea el nivel sociocultural de los habitantes, deberán mantener limpios y ordenados sus casas, tapar grietas y agujeros de paredes y techos. En caso de vivir en zonas rurales, hay que evitar que las mascotas duerman dentro de la casa, ya que la vinchuca suele atacarlas, y ante la presencia de esos insectos es importante recogerlas con un guante (se lo debe “capturar” vivo), colocarlas en un frasco o bolsa con ventilación y llevarla a un hospital cercano.

Números que alarman

Se estima que en nuestro país cerca de un millón y medio de personas de todas las edades están contagiadas con este mal, y menos del 10 por ciento de los infectados cuenta con diagnóstico y recibe algún tipo de tratamiento, ya que la gran mayoría desconoce su condición y desarrolla la enfermedad en forma asintomática. “Lamentablemente, como el Chagas suele no dar síntomas, en general no se lo sospecha y no se lo busca. Recién a largo plazo, tras 30 o 40 años, aparecen, entre otras, complicaciones cardíacas muchas veces irreversibles”, agregó el doctor Altcheh.

En cuanto al tratamiento, el mismo es altamente efectivo con las drogas disponibles (Benznidazol y Nifurtimox) especialmente en la edad pediátrica, aunque como estos pueden tener efectos adversos hay que realizar el tratamiento bajo supervisión médica. Esto refuerza la necesidad de un diagnóstico temprano, en especial en el caso de las embarazadas, y el posterior seguimiento y tratamiento, en los casos de infección en recién nacidos.

Finalmente, hay que confirmar que esta enfermedad abarca 21 países de nuestro continente y la mayor prevalencia la tienen las zonas rurales, además se cree que hay entre 8 y 11 millones de personas infectadas en América.

Diez claves que hay que conocer

1) El mal de Chagas es causado por el parásito Trypanosoma cruzi, que se aloja dentro de la vinchuca.

2) Ese insecto pica, succiona la sangre y defeca sobre la piel de su víctima, depositando los parásitos. Al rascarse, el microorganismo se mete en los tejidos de la piel.

3) Otras formas de contagio son por transmisión perinatal, transfusión de sangre y trasplantes, ingesta de alimentos contaminados por estar en contacto con heces de la vinchuca.

4) La enfermedad tiene dos etapas: fase aguda y crónica.

5) Síntomas de la aguda: fiebre, dolor de cabeza, palidez, dificultad para respirar.

6) Síntomas de la crónica: trastornos cardíacos, alteraciones digestivas, neurológicas o ambas.

7) Se estima que en nuestro país hay 1,5 millón de infectados.

8) Forma de prevenir: fumigación, tapar grietas y agujeros. Debe haber control de embarazadas y bancos de sangre. Y fundamental, educar para la prevención.

9) Este mal suele aparecer con mayor injerencia en zonas rurales.

10) En caso de ser detectado el mal, la persona debe ser tratada con drogas como Benzmidazol y Nifurtimox, pero siempre el tratamiento debe ser bajo supervisión médica.

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