Todo tiempo pasado fue mejor

¿Habrás escuchado decir que se arrepiente de la elección?. Que antes, a pesar de los controles, de escuchar todos los días el mismo discurso, no vivía con la incertidumbre de no poder mantener a la familia. Prefieren vivir como antes y no ver a sus hijos pasar necesidades. Recuerdan bien el tiempo pasado y hasta se ven atraídas a volver a repetir lo mismo.
Pensar que una mujer que ha sido maltratada, golpeada y discriminada vuelva con quien le causo tanto daño parece incomprensible.

De la misma manera que muchas mujeres aguantan el acoso sexual, el maltrato, la discriminación en su lugar de trabajo, lo mismo sucede con aquellas que en la vida de pareja resisten todo tipo de agravios por no poder contar con una salida que le permita trabajar dignamente y sostener su familia.

La diferencia entre unas y otras, es que las que están en pareja tienen un “príncipe azul” que con el tiempo se destiño, pero que aún posee esa rara capacidad de encantar, de cautivar. En los casos de violencia de género dentro de la pareja, que todavía algunos dinosaurios del derecho la mencionan como “violencia intrafamiliar”, cuando la Ley 26.485 superadora de la ley 24.417, nos habla de “violencia doméstica”, es importante conocer lo que se denomina el círculo de la violencia y dentro del él el síndrome de la “luna de miel”.

Hoy se pueden encontrar muy buenas notas en sitios serios y de confianza donde se explica que es el “círculo de la violencia” y a que se le llama el “síndrome de la luna de miel”. El violento es normalmente un psicópata que sabe muy bien como manipular todo a su alrededor. 

El violento se presenta como un verdadero príncipe azul. “El hombre justo para mi hija” dirán sus padres, sabe cómo encantar hasta las amistades de ella. También se lo descubre porque es aquél que acostumbra a reírse o denostar a su pareja. “Pobrecita, no le da la cabeza”, “Cada día engorda más”, y muchas frases lanzadas en forma de chiste, y que sin darse cuenta, el entorno acompaña.

Con el tiempo la familia y los amigos de ellas serán apartados sutilmente, una forma de alejar a su presa de los afectos y contenciones. La necesita sola, indefensa, a su disposición.

El violento, lentamente comienza a dejar a su víctima más desprotegida. Esta es la etapa de “serás solamente mía y de nadie más”. 

A esa altura es muy posible que la víctima haya recibido los primeros golpes o haya sido obligada a tener sexo.
Las escenas de arrepentimiento y pedido de perdón se suceden a diario, la víctima le cree y vuelve. La víctima pasa a ser totalmente dependiente del violento y si hay hijos todo se complica.

Es muy importante que la víctima busque ayuda, lo más importante es que se recupere psicológicamente, que aprenda como defenderse, como hacer valer sus derechos, esto se llama “empoderamiento”.

Es fundamental recurrir a la asistencia de una Licenciada en Psicología con especialidad en violencia y perspectiva de género. Este paso es fundamental para no vivir lo que relatamos al principio de esta nota.

No te de vergüenza estar en este círculo de violencia, no te de vergüenza volver a ÉL, SOS UNA VÍCTIMA, y por tanto es normal que actúes así. Que no te importen las críticas ni el qué dirán, tenés que luchar por tu vida, TU VIDA ES IMPORTANTE.

No te veas tentada por otra salida, LOS VIOLENTOS te pueden empujar al suicidio. Cuando te dicen que no servís para nada, que todos vivirían mejor si vos no existieras, cuando te dicen “matate”, y este tipo de comentarios se prolonga en el tiempo, ESTAS EN PELIGRO.

Aunque todavía muchos denostan de la violencia psicológica y minimizan sus efectos, está probado que esta es capaz de dañar la salud física y hasta matar o que te mates. Cuidado con aquellos que minimizan la violencia psicológica, muy seguramente ahí se esconde un violento con una historia de violencia.

No te avergüences de lo que te pasa, hay muchas personas que te entienden y te pueden ayudar. Si estás leyendo esta nota todavía estas a tiempo.