Se recibieron y homenajearon al vendedor que les fiaba comida mientras hacían su carrera

Don Rafael Villacop, un vendedor local en el municipio de Sampués (Sucre), se convirtió en una figura paternal para estas niñas. Cada día, en su camino hacia la escuela, Brenda y Natalia pasaban por el puesto de empanadas de Don Rafael, quien siempre les ofrecía comida, sabiendo que no tenían con qué pagarle.

A pesar de no recibir pago alguno, Don Rafael siempre estaba dispuesto a ayudar a estas jóvenes, asegurándose de que no pasaran hambre antes de comenzar sus clases. Su generosidad y su apoyo moral fueron fundamentales para que Brenda y Natalia continuaran con su educación y alcanzaran sus metas académicas.

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Luego de graduarse de la Institución Educativa Mariscal, Brenda y Natalia decidieron honrar la memoria de Don Rafael. En un emotivo gesto, se dirigieron a su puesto de empanadas para tomarse una fotografía junto a él, expresando públicamente su gratitud y reconocimiento por todo lo que hizo por ellas.

La historia de Brenda, Natalia y Don Rafael trasciende más allá de un simple acto de bondad. Es un testimonio conmovedor del impacto que puede tener una persona en la vida de otra, así como un recordatorio del valor de la generosidad y el compromiso comunitario.

Con información de americadigital.com