La “mamá vengadora” que mató frente al juez al violador y asesino de su hija

Se iniciaba el tercer día del juicio contra Klaus Grabowski, acusado de secuestrar, violar y asesinar a Anna Bachmeier, una nena de 7 años, cuando la mujer de rostro hierático entró en la sala del Tribunal de Lübeck y caminó erguida, con las manos en los bolsillos de su impermeable blanco, hasta detenerse a pocos metros detrás del reo.
Se quedó parada ahí, rígida como una estatua durante unos segundos, antes de sacar del bolsillo derecho una pistola, apuntar y apretar el gatillo ocho veces. En ningún momento cambió la expresión de su cara, salvo cuando apretó apenas los labios al disparar.
Siete balazos para violador de su hija
Del cañón de la Beretta M1934 salieron 7 balas – tantas como los años de la niña asesinada - que retumbaron en la sala y se metieron todas en la espalda de Grabowski. La octava se encasquilló.
Recién entonces, dos policías reaccionaron y la tomaron de los brazos. Marianne Bachmeier, la madre de la niña asesinada, no se resistió. Tampoco cambió la expresión de su rostro. Sólo abrió la boca para decir:
“¡Cerdo! Mató a mi hija… Quería dispararle en la cara, pero le disparé por la espalda… Espero que esté muerto”.
Con siete balazos en la espalda, Klaus Grabowski, carnicero, violador y asesino de 35 años, agonizaba retorciéndose en el piso del tribunal. No demoró más de dos minutos en morir la mañana del 6 de marzo de 1981.
Los diarios alemanes del día siguiente mostraron la foto de Marianne debajo títulos que la bautizaban como “la mamá vengadora”.
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Fuente: Infobae