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Seguro que alguna vez has visto a tu perro comenzar a correr como loco de un lado a otro sin parar hasta acabar agotado. Esta divertida carrera puede surgir en un momento de juego, pero, otras veces sucede de repente.
Mascotas 27 de enero de 2021 María Besteiros para Soy un PerroA los perros, independientemente de su edad, les encanta jugar. Esta característica de eterna juventud fue favorecida por los seres humanos durante el proceso de domesticación. Correr o, más específicamente, perseguir forman parte del juego de los perros. Esta y otras prácticas lúdicas se inician en las primeras semanas de vida.
Ayudan al perro a prepararse para tareas como la caza, aunque nuestros compañeros caninos no necesiten hoy en día cazar para alimentarse. Por eso el juego no es ninguna tontería. Así, es muy importante, primero, que los cachorros se críen junto a su madre y hermanos hasta, al menos, las ocho semanas de vida.
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Esto contribuye a su bienestar y a su equilibrio psicológico futuro. Segundo, es fundamental que el perro tenga oportunidades para jugar durante toda su vida, por supuesto, de forma adaptada a las necesidades que manifieste en cada etapa.
A veces nuestro perro está en medio de una sesión de juego y comienza a correr de una manera alocada durante varios minutos seguidos. En ocasiones, está en casa cuando, de repente, se lanza a correr. Este comportamiento no es más que la explosión de una emoción o, en otras palabras, una liberación rápida de toda su energía acumulada.
En general, el perro que se lanza a correr a lo loco está celebrando que se siente feliz, por eso la carrera desenfrenada tiene lugar durante una sesión de juego. Pero también puede suceder que se alegre muchísimo de vernos tras haber estado un tiempo en soledad o sin actividad.
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Los perros, aunque perciben que no somos de su misma especie, sí nos consideran parte de su familia. Instintivamente quieren mantener unidos a todos los miembros y, como cuando nos vamos no tienen forma de saber que vamos a volver, su reacción de alegría puede incluir una explosión de alocadas carreras de emoción. Sería como un saludo, pero exagerado.
Correr formando círculos es una acción que se fomenta en los perros pastores. Así consiguen reunir al ganado. Se cree que tiene su base en la estrategia de caza que desarrollan las manadas de lobos.
Esta se basa en que cada lobo se acerque a la presa potencial manteniendo la misma distancia que el resto de lobos, a la vez que permanece equidistante de los lobos situados a su derecha e izquierda. De esta forma consiguen rodear por completo a la presa. Los perros dedicados al pastoreo reproducen este comportamiento de caza.
Lógicamente, en este caso para mantener unido y dirigir al ganado que se le encomienda. Un solo perro intenta rodear por completo a todo el rebaño, de ahí que corra en círculos, intentando conseguir el mismo efecto que si estuviese con sus compañeros de manada. Quiere formar un círculo de lobos.
¿Qué es una estereotipia en el perro?
Mención especial merecen las carreras caninas cuando se presentan de manera compulsiva, con mucha frecuencia o incluyen la persecución de la cola. Este comportamiento ya no forma parte del juego sano. Se trata de una estereotipia, que se define como la conducta repetida fuera de su contexto lógico.
En este caso concreto, el perro se lanzaría a correr fuera de una situación de juego o de emoción. Puede hacerlo con tanta intensidad que hasta se maree y se caiga. Las estereotipias se relacionan con situaciones de estrés, frustración, aburrimiento, etc. Es decir, nos indican que las condiciones de vida del perro no están asegurando su bienestar.
Para solucionarlo hay que modificarlas y puede ser necesario que contactemos con un profesional del comportamiento canino o etólogo. Este ejemplo nos demuestra lo importante que es mantener al perro estimulado tanto a nivel físico como mental. Un perro con poca compañía y un ambiente monótono sufrirá este y otros problemas de conducta.
No es buena señal si el perro da vueltas sobre sí mismo
Aunque las carreras locas son completamente normales en los perros, en ocasiones pueden indicarnos, además de una estereotipia, un problema físico. Por ejemplo, si la carrera es descoordinada el perro podría estar sufriendo un trastorno de origen neurológico.
Otras patologías que llevan al perro a correr formando círculos como si quisiera agarrar su propia cola son las parasitosis o los problemas en las glándulas anales. Si sospechamos que nuestro perro no corre como loco a modo de juego, debemos consultar con el veterinario. Con una revisión es posible detectar problemas físicos y tratarlos.
Por último, los cachorros puede ser más propensos a correr persiguiéndose la cola. No es extraño que esto suceda nada más llega a su nuevo hogar y se ve solo. Su propia cola se convierte en un juguete. De manera puntual no es preocupante, pero, si se transforma en costumbre, es señal de que necesita más atención.
FUENTE: SOY UN PERRO
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