Economistas elevan la inflación esperada y la ven hasta en 23% a fin de año

La escalada de marzo hizo rever proyecciones al alza. La devaluación y las subas de combustibles y servicios impactaron en los precios de alimentos.

Economía 15/04/2018 LUJAN365 LUJAN365
INFLA

El dato oficial de inflación de marzo terminó de sepultar las chances de cumplir con la meta del 15 por ciento para todo el año. Consultoras vuelven a modificar al alza sus proyecciones y ahora estiman que el Índice de Precios al Consumidor terminará 2018 con un avance de entre 21 y 23 por ciento.

El alza prevista es incluso mayor a la que surge del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta entre consultores y bancos que publica cada mes el Banco Central y que sirve como referencia a la propia autoridad monetaria para sus propias decisiones de tasa. El REM marcó, el 4 de abril, una estimación promedio del 20,3 por ciento, 0,4% por encima de la de marzo (19,9%) y casi tres puntos más que la prevista en diciembre (17,4%). El REM se modificó al alza de manera continua luego de que el Gobierno cambiara la meta de inflación de 2018, el 28 de diciembre pasado.

El Indec reportó que la inflación de marzo fue del 2,3 por ciento y que alcanzó en el trimestre el 6,7 por ciento acumulado. “El año pasado, el primer trimestre consumió el 31 por ciento de la meta. Durante 2018, ya fue consumido un 42 por ciento de la meta”, comparó Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

Fue puntualmente el dato de inflación núcleo el que más preocupó a los economistas -y también al Gobierno-. La inflación núcleo surge de “despejar” del índice de precios los elementos estacionales (frutas y verduras, por ejemplo) y los regulados (cuyo precio depende de lo que disponga el Ejecutivo, como el gas, la electricidad y el transporte). Alcanzó el 2,6 por ciento en marzo, impulsada principalmente por los alimentos (las carnes aumentaron casi 4 por ciento; el pollo, 4,5 por ciento).

La inflación núcleo sube por el traslado a precios de las subas de tarifas y de la devaluación registrada entre diciembre y marzo. “Mi sensación es que la núcleo, sobre todo Alimentos y bebidas, estuvo muy afectada por el aumento de los combustibles. Entonces, hay chances de que ya se haya absorbido todo el impacto del aumento del petróleo y los combustibles. Pero como van a seguir subiendo (el crudo y la nafta), va a haber una presión sobre la núcleo importante”, dijo Fausto Spotorno, director de la consultora Ferreres & Asociados. La firma elevó su estimación de inflación del 19,8% al 20,6 por ciento para 2018 cuando recibió los datos de su propia medición de precios de marzo.

Lo mismo hizo Eco Go, una vez que su propia medición de precios reportó en marzo una suba más alta de la esperada. “La llevamos a 21,7% y probablemente sigamos ajustando”, anticipó Federico Furiase, director de la firma.

“El dato de IPC de marzo fue peor al anticipado por el REM, en un mes en el que no había grandes aumentos de precios regulados”, dijo Matías Carugati, economista jefe de Management & Fit. “Y abril va a ser peor, porque hay otra serie de aumentos de tarifas”, consignó. Este mes impactarán en el índice las subas en gas, transporte, combustibles y peajes, entre otras. La consultora elevó su proyecciónde 20 a 22 por ciento para 2018.

La consultora ACM también subió su estimación, hasta 23 por ciento para el año. “Si la inflación ronda en promedio el 2% mensual para los próximos 3 meses, el primer semestre acumularía una inflación de 13,2%, por lo que, aun asumiendo una desaceleración del ritmo inflacionario a niveles de 1,5% mensual durante el segundo semestre una vez que los aumentos fuertes de precios regulados hayan pasado, el año terminaría con una inflación cercana al 23%”, afirmó. Dicho de otra forma, el IPC navegará la segunda mitad del año a un ritmo que duplica el que debería tener para conseguir la meta oficial.

La firma Analytica había retocado al alza su estimación de inflación a fines de febrero, a 21,8 por ciento. “En abril, la suba de precios será elevada. La estimamos en 2,5%, por los aumentos pautados en gas, agua y transporte público, sumado al arrastre del mes anterior”, dijo Santiago Gambaro, economista de esa consultora. “Hacia adelante, el ritmo de inflación será descendente y la estimamos en 1,4% promedio hasta fin de año. Sin embargo, esta reducción nos volverá a dejar 7 puntos por encima de la meta, como ocurrió el año pasado (17% contra 24%), completó.

Ramiro Castiñeira, de Econométrica, también proyectó una inflación del 22% para el año, aunque no la modificó en el último tiempo.”Se ponen metas muy exigentes dado el contexto. Si el programa macroeconómico es gradualista, la baja de la inflación también lo será”, sostuvo. “Todavía se necesita financiar al fisco, además de emitir para recomponer reservas y también liberar precios, sin olvidar que se unificó el tipo de cambio y se lidió con la bomba de dólar futuro”, analizó.

La visión del Gobierno
El Ministerio de Hacienda, en tanto, insiste en que las subas de precios fuertes terminarán después de abril. Lo dijo Nicolás Dujovne el viernes, en diálogo conradio Mitre. “Estos números van a ser todavía altos en abril y a partir de allí vamos a ver tasas muchísimos más bajas”.

Para el Banco Central, el traslado a precios de las tarifas y la devaluación fue de menor proporción que el de hace un año, cuando hubo subas en los servicios públicos pero no una depreciación del peso considerable. Eso se trataría de una buena señal.

“Desde diciembre de 2017, la inflación núcleo acumuló una suba de 8,1% (equivalente a una tasa 2% promedio mensual). Este ritmo de suba es prácticamente idéntico al registrado en el primer cuatrimestre de 2017", indicaron Diego Crochi y Cecilia Pazos, analistas del Banco Central, en el blog Ideas de Peso, que publica la autoridad monetaria para sostener sus ideas-fuerza. "Sin embargo, en esta oportunidad los aumentos de regulados y tipo de cambio fueron significativamente mayores a los observados un año atrás. Así, con la información disponible hasta el momento, la respuesta de la inflación núcleo en esta oportunidad fue menos que proporcional que la observa a inicios del año previo", continuaron. "La menor respuesta se dio en un contexto de desaceleración de los salarios y una política monetaria más contractiva que a inicios del año anterior”, finalizaron.

Si Dujovne ratificó la meta de 15% de inflación anual y el Banco Central relativiza la marcha actual de los precios, en el Gobierno creen, cada vez en voz menos baja, que sería un éxito que el Índice de Precios termine 2018 debajo del 20 por ciento.Un índice más cercano al 23 por ciento, comparado con el 24,8% anual de 2017, pone en duda la insistencia del discurso oficial en desaceleración sostenida de la inflación.

La mayoría de los analistas consultados cree que, para el IPC cierre lo más cerca de 20% posible, el Banco Central deberá recuperar credibilidad. ¿Cómo? Con subas en la tasa de interés si la inflación no cede. Algo que parece vedado desde el 28 de diciembre, cuando el Ejecutivo priorizó mantener la actividad con tasas de interés más bajas y a costa de una inflación mayor.

Mañana, Federico Sturzenegger tendrá la palabra. Presentará el Informe de Política Monetaria en conferencia de prensa. Intentará despejar la gran duda: cómo hará el Banco Central para acercarse a la meta del 15 por ciento anual si en cuatro meses se habrá consumido más de la mitad de ese objetivo.

Fuente: TN

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