Una noche de censura en el CCK

Los organizadores de “La Noche de la Filosofía”, que tiene lugar en el Centro Cultural Kirchner, censuraron a los delegados gremiales de Télam que se aprestaban a informar sobre el conflicto desatado tras la decisión del Gobierno de despedir a 354 trabajadores de esa agencia.

La invitación para que el caso se visibilice en el encuentro organizado por el Sistema de Medios Federales, a cargo de Hernán Lombardi, había sido hecha por varios expositores que le cedieron el micrófono a los delegados. La reacción de los funcionarios y empleados del Gobierno fue inmediata: les apagaron el audio e impidieron que hablaran.
“Este es un espacio público, lo pagamos todos. No pueden decidir quién habla y quien no", increpó una mujer del público a la funcionaria del Ministerio de Cultura porteño, Marcela Boeris, quién fue la que dio la orden de apagar el micrófono. “Sí, lo pagamos caro; si se robaron todo”, contestó la organizadora.

El escándalo ocurrió luego de que el filósofo Diego Singer, quien junto a otros colegas expositores en una de las “ágoras” de debate, le cedió su espacio de palabra a los despedidos de Télam. Tanto Singer como Ezequiel Adamovsky, Pablo Alabarces, Lucía Alvarez, Alejandro Boverio, Esteban Buch, Diego Escolar, Gabriel Noel, Maristella Svampa y Pablo Wright habían leído antes un documento que firmaron junto a otros filosofías en el cual expresaron su solidaridad con los 354 despedidos de la agencia oficial y exigieron  su “inmediata reincorporación, así como el fin de toda otra política tendiente a empobrecer y limitar la libertad de información y el debate público”.

Los filósofos y pensadores explicaron a Página/12 que sintieron una “provocación” y una “ rotunda incomodidad” por participar en un encuentro organizado por el área responsable de los despidos de Télam. “Nos preguntamos qué tipo de rol tenemos que cumplir en un encuentro del que Lombardi se jactó en la misma entrevista en la que presumió de los despidos", sostuvo Alabarces.

Por su parte, Svampa explicó que el grupo de filósofos y filosofías evaluaron la posibilidad de retirarse del evento cuando supieron de los despidos, pero luego decidieron “usar el espacio para contestar, darle lugar a la gente de Télam, leer esta declaración y expresar nuestra disconformidad no solo con las políticas culturales y de medios de este Gobierno sino también con las políticas públicas en general”.