Presos con teléfonos móviles en las cárceles: ¿Un derecho o un enorme riesgo para la población?

Algunos sostienen que esta medida es un paso a la reinserción y la humanización. Otros la consideran un enorme riesgo para la seguridad de la población. ¿Cuál es tu opinión?

Opinión 28/08/2023 LUJAN365 LUJAN365
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Presos con acceso a teléfonos celulares

El sistema carcelario argentino ha sido objeto de un continuo debate en cuanto a las políticas penitenciarias y los derechos humanos de los presos. Una de las cuestiones que ha surgido recientemente es la de quitarle a los presos el beneficio de tener teléfonos móviles en su poder mientras cumplen sus condenas. Esta discusión ha generado opiniones encontradas entre aquellos que ven esta medida como un paso hacia la reinserción y la humanización del sistema penitenciario, y aquellos que la consideran un potencial riesgo para la seguridad y el control de las prisiones.

Es innegable que el acceso a la tecnología puede facilitar la comunicación y mejorar la calidad de vida de las personas, incluso para aquellos que están privados de su libertad. Los partidarios de permitir teléfonos móviles en las prisiones argumentan que esto podría favorecer el contacto con familiares y amigos, lo que fortalecería los lazos afectivos y disminuiría el aislamiento social que puede llevar a problemas emocionales y conductuales en los reclusos.

Además, el acceso a la información y la educación a través de internet podría ofrecer oportunidades de formación y capacitación para aquellos que buscan una reintegración exitosa a la sociedad una vez que cumplan su condena.

Sin embargo, esta propuesta no está exenta de controversia. La seguridad y el control son elementos fundamentales en el funcionamiento de cualquier prisión, y la introducción de dispositivos electrónicos puede plantear serios desafíos en este sentido. Los detractores de la idea señalan que los teléfonos móviles podrían facilitar la coordinación de actividades delictivas tanto dentro como fuera de las prisiones.

La comunicación no supervisada podría permitir el tráfico de drogas, el planeamiento de fugas, realización de estafas, secuestros virtuales o incluso el acoso y la extorsión de víctimas desde el interior de las cárceles.

celulares-presosPiden medidas urgentes por el uso de celulares en las cárceles

Es esencial encontrar un equilibrio entre garantizar los derechos de los presos y mantener el orden y la seguridad en las instituciones penitenciarias. En este sentido, es necesario establecer controles estrictos sobre el uso de los dispositivos, implementando tecnologías que permitan bloquear el acceso a determinados contenidos y monitorizar las comunicaciones para prevenir posibles abusos.

Además, cualquier política que permita el acceso a los teléfonos móviles en prisiones debe estar acompañada de programas de capacitación y educación para los reclusos. El uso responsable de la tecnología y la conciencia de las consecuencias de su mal uso deben ser parte integral de la preparación para la futura reinserción en la sociedad.

En última instancia, la decisión de permitir o no teléfonos móviles en las cárceles argentinas debe ser el resultado de un debate informado que tome en cuenta los derechos de los reclusos, la seguridad de la sociedad y el objetivo último de la rehabilitación. El diálogo entre expertos en seguridad, representantes gubernamentales y organizaciones de derechos humanos puede ayudar a encontrar una solución equilibrada que favorezca tanto la humanización del sistema penitenciario como el mantenimiento del orden y la protección de la sociedad.

En conclusión, la posibilidad de que los presos tengan teléfonos móviles en su poder es un tema que merece una reflexión profunda y responsable. Si bien podría mejorar la calidad de vida de los reclusos y su preparación para la reinserción, no puede ignorarse el potencial riesgo que representa para la seguridad y el control en las prisiones.

La búsqueda de una política adecuada en este ámbito debe centrarse en encontrar un equilibrio que promueva el respeto a los derechos humanos y la seguridad pública, siempre con la mirada puesta en la construcción de un sistema carcelario más justo y efectivo para todos los involucrados.

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