Lacoste le pagó a los Wachiturros para que dejen de usar sus chombas

Gonzalo Muñoz, cantante de los Wachiturros, confirmó que Lacoste pagó una importante suma para evitar que la marca quede vinculada al grupo de cumbia.

Argentina 05/04/2022 Luján 365 Luján 365
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Luego de 10 años de rumores, se confirmó: la marca francesa Lacoste le pagó al grupo de cumbia Wachiturros para que deje de usar las tradicionales chombas y prendas con el logo de cocodrilo que, con el éxito de sus canciones, habían popularizado allá por el 2011. En su lugar, hicieron negocio con la competencia directa, Tommy Hilfiger, que se ofreció a vestir al grupo musical.

"Nosotros usábamos la marca porque Lacoste venía mucho en colores, y como usábamos cosas de colores, entonces lo mejor era vestir con eso", recordó Gonzalo Muñoz, cantante del grupo musical. La ropa la pagaban ellos de su bolsillo, recalcó.

Pero el dinero llegó "a la oficina" de representantes. "A nosotros no nos llegó nada", sañaló Muñoz en una entrevista con el programa Estamos a Tiempo, de América TV. Es la primera vez que un integrante de la banda lo reconoce en televisión dando el nombre de la marca.

Ante el acuerdo con Lacoste, el grupo pasó a vestirse con ropa de la competencia: Tommy Hilfiger. "Tommy empezó a fabricar ropa así, y justo con Lacoste en ese momento pasó ese problema. Se ofreció Tommy y fuimos con eso", reveló el ex "wachiturro".

Lacoste es considerada hasta hoy una marca exclusiva por sus altos precios. Cuando surgieron los Wachiturros en 2011, los cumbieros comenzaron a hacer sus apariciones vestidos con chombas, gorras, chalecos y otras prendas de Lacoste -siempre originales, contrario a lo que solía decirse-. Pero en 2012 el logo del cocodrilo desapareció de su vestuario, y en su lugar apareció la banderita blanca, azul y roja de Tommy Hilfiger.

La oferta de Lacoste
Era un secreto a voces que Lacoste le había ofrecido dinero a la banda para que dejen de usar su ropa, en una estrategia insólita -aunque no inédita- de marketing. Lo que buscaban era no estar vinculados a un público popular, para seguir afianzados como una marca cara, reservada para aquellos de mayor poder adquisitivo. Es que cuando una marca se populariza, lo que sucede es no sólo que baja el precio de sus productos, sino que también comienzan a surgir las versiones "truchas" por fuera del circuito legal. La ropa Lacoste "pirateada" era popular en comercios y ferias por esa época.

Ya en 2012 la banda había confirmado el ofrecimiento de dinero, sin dar nombres. Emmanuel Guidone, mejor conocido como DJ Memo, había dicho a inicios de ese año que la marca "del cocodrilo" puso dinero para que no la vistan más. "No me parece bien que quieran pagarnos para que dejemos de usar su ropa", dijo.

Al parecer, Lacoste no cree en el lema "toda publicidad es buena publicidad". "Se cansaron de vender remeritas gracias a nosotros", remarcó DJ Memo en ese entonces, indignado. "La oferta no nos llegó a nosotros, sino a nuestro representante", sostuvo, y aclaró que él jamás hubiera aceptado hacer ese trato.

Enzo Solar, quien representaba al grupo en 2011 y 2012, había salido a contradecir a su propio cliente tras la acusación: "No hubo ningún contacto de Lacoste. Ningún ejecutivo de la empresa ni vinculado directamente se acercó con ninguna propuesta. Los chicos son chicos y escuchan rumores", se defendió.

Una banda estafada por sus productores
El grupo no vio ni un peso del acuerdo con Lacoste, y tampoco de otros negocios que se hicieron en su nombre. El relato sobre el ofrecimiento coincide con lo que contó Muñoz este domingo en una extensa entrevista en América TV. "No nos llevábamos nada nosotros. Ganábamos $300" por presentación, reveló. "Lo máximo que gané fueron $3.000 en el 2015", agregó.

El resto del dinero que le pagaban al grupo por cantar en vivo se lo llevaba la productora que los representaba en ese momento, sostuvo. Incluso sucedió en uno de los momentos de máxima visibilidad que alcanzó Wachiturros: cuando estuvieron en el living de Susana Giménez, la productora del programa pagó $250.000 pero los integrantes sólo obtuvieron $2.000 cada uno.

"Laburábamos pero veíamos que pagaban poco. Nos dimos cuenta cuando fuimos a lo de Susana. Mi propia mamá escuchó que les dieron tanta plata y a nosotros nos dieron $2.000. Por show nos pagaban $300. Por fin de semana hacíamos 32 o 36 shows", rememoró. Por semana, llegaban a ser más de 60 actuaciones.

Muñoz lamentó que "se quedaron con los discos, con todo". Los temas ni siquiera están registrados a su nombre, sino de la persona que juntó al grupo. En ese sentido, recordó que tiempo después de su salto a la fama dejaron atrás a la productora, comenzaron a hacer giras por su cuenta y llegaron hasta Europa, donde cobraron "mucho mejor" y en euros. Allí se dieron cuenta que en Argentina los habían estafado, aseguró.

"Ellos no tenían nada y en un año tenían BMW, todo. Y yo no me podía comprar nada", contó, sobre la productora. Los integrantes del grupo eran muy jóvenes, en parte menores de edad: Muñoz tenía 20 años, DJ Memo tenía 23, y los bailarines entre 16 y 17. El grupo se separó luego de una denuncia por abuso sexual de una menor radicada contra el DJ Emmanuel Guidone, la cual es falsa, según afirman los Wachiturros. En octubre de 2020 fue sobreseído.

Además, Muñoz contó que hoy sigue haciendo música de la mano de un productor español, aunque tiene pollerías propias y sigue trabajando "en la misma fábrica de siempre, desde 2012", de la cual lo dejaban salir temprano para ir a tocar.

FUENTE: BAE Negocios

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