"Los Reyes no pueden traer perros. Ellos no son un juguete"

María García es de esas personas que llevan escrita en la frente su profesión. Es veterinaria. Y lo es desde mucho antes de tener el título. Porque lo suyo, más allá de un oficio, es una pasión heredada de su «abu», que amaba a gatos y perros y rescataba hasta pajaritos heridos, o de su madre, cuidadora de colonias de felinos.

Hablar con ella sobre el paso que dan muchas familias de vivir con una mascota es entender que, ante una decisión así, ni vale el romanticismo ni las arroutadas. Insiste una y otra vez en que tener un animal en casa siempre, absolutamente siempre, debe responder a una decisión meditada. Y eso no comulga bien con que una mascota se pueda envolver en un paquete de regalo.

Estamos viviendo las fiestas y  serán muchos los niños que, dado que desean tener un animal en casa, le pidan a los Reyes o a Papá Noel que se lo traiga, ¿es posible?

Los Reyes no pueden traer perros. Ellos no son un juguete que se pueda cambiar o devolver, algo que estamos acostumbrados a hacer con todo lo que nos regalan. Además también implican una responsabilidad que un niño no puede asumir. Y eso hay que explicárselo a todos los pequeños. Adoptar un animal debe ser una decisión muy responsable, meditada y toda la familia debe prepararse para lo que va a suponer, porque les va a cambiar mucho la vida. Además, es bueno que antes de llevar el animal a casa se vea si encaja con el tipo de familia, si van a estar bien los humanos y el animal. Estoy totalmente a favor de las casas en las que conviven perros o gatos y niños, porque a los críos les aporta muchísima empatía y les genera muchas reacciones positivas. Pero hay muchísimo tiempo a lo largo de todo el año para tomar esa decisión sin hacerlo en Navidad y, quizás, por un capricho. Los niños, aunque tengan muchísimas ganas de tener un perro, no suelen ser conscientes de todo lo que supone, entre otras cosas un gasto económico.

Encontró un perrito abandonado en la ruta, se emocionó, lo rescató y adoptó

¿Cuántas veces ve en consulta a padres que le dicen que el perro es del niño y no de ellos?

—Muchísimas. Y siempre les advierto de lo mismo, que no pueden volcar esa responsabilidad en un niño. Aunque sea su hijo el que quiera al perro, la responsabilidad es del adulto. El perro es de ese padre o de esa madre. Y, aunque los menores ayuden, son los adultos los que tienen que ser responsables de su alimentación, sus paseos o su salud. Una de las cosas a tener en cuenta es todos los gastos que implica tener un animal. Es maravilloso tener una mascota en casa pero, insisto, tiene que ser una decisión meditada y, a ser posible, pidiendo también asesoramiento.

¿Cómo se puede asesorar una familia antes de tener un perro?

—A mí me gusta cuando vienen a la clínica y nos preguntan antes de tomar esa decisión. Hay cosas muy básicas y pongo un ejemplo. Te pueden gustar los galgos pero, si no tienes un lugar para que corran, si no vas a poder llevarlo a sitios donde puedan correr, pues igual no encaja contigo. Hay que pensar en muchas cosas. En España se abandona un perro cada cinco minutos, es terrible. Los animales tienen sentimientos. Ir a una casa y que no vaya bien o que luego no lo quieran es un trauma para ellos.

FUENTE: LA VOZ DE GALICIA