Su hijo pensaba suicidarse, encontraron cartas de despedida y pudieron actuar a tiempo

Fue de casualidad. Dos meses atrás, Pilar y Marcelo, un matrimonio que vive en la ciudad de Buenos Aires, encontraron dos cartas de despedida de su hijo Felipe: el chico, de 14 años, tenía pensado suicidarse. Entre el desconcierto y la desesperación, otro hallazgo los dejó sin palabras. Era un grupo de WhatsApp en el celular del adolescente. El nombre era “Club del suicidio” y, junto a un par de compañeros de curso, compartían la idea de terminar con sus vidas, así como también información acerca de cómo o dónde podían hacerlo.
“Durante muchos años, Felipe sufrió solo. Nunca pensamos que podía pasar esto. Hoy puedo identificar señales que fue dando y que en su momento minimizamos. Lo que nos pasó fue muy terrible, porque él pedía a gritos ayuda y nosotros no lo veíamos, no supimos escuchar”, dice Pilar, con la voz quebrada. Cuenta que en el momento en que encontraron las cartas, llamaron a la psiquiatra que venía tratando desde hacía tiempo al adolescente, quien les indicó que fuesen rápidamente a su hospital de referencia para hacer una evaluación psiquiátrica. El chico quedó internado durante más de un mes. Hoy continúa su recuperación rodeado de su familia y de un equipo de profesionales que lo contienen.
El caso de Felipe está lejos de ser uno aislado. Desde el inicio de la pandemia, las y los especialistas en psicología y psiquiatría infantojuvenil vienen observando con preocupación un fenómeno alarmante: el aumento de las consultas e internaciones por ideación e intentos suicidas en niñas, niños y adolescentes, así como también de casos que, lamentablemente, llegan a concretarse. Se trata de una problemática multicausal en la que interviene un abanico de factores de riesgo y detonantes que, según los referentes, se agudizaron durante el aislamiento por el Covid-19. En ese período también se dispararon los casos de depresión, ansiedad y otros padecimientos de salud mental en chicas y chicos.
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Fuente: La Nación