Brutal linchamiento: Delincuente termina con fractura de cráneo tras robar un celular

El tranquilo vecindario de la provincia de Misiones se vio sacudido por un episodio de violencia extrema durante la madrugada del domingo. Renzo Barbúdez, un delincuente con un historial criminal notorio en la zona, desencadenó la furia de los residentes al perpetrar un robo con violencia. Armado con un cuchillo, asaltó a una mujer y le arrebató su teléfono móvil antes de emprender una frenética huida por las calles.

Sin embargo, la valiente reacción de la víctima, quien pidió ayuda a gritos en lugar de resignarse al asalto, provocó una respuesta inesperada por parte de los vecinos. Un grupo de personas se unió para perseguir al delincuente, desencadenando una persecución que recorrió varias cuadras hasta alcanzar a Barbúdez en una intersección cercana.

Lo que siguió fue un acto de violencia colectiva: los vecinos rodearon a Barbúdez y lo golpearon brutalmente, dejándolo inconsciente en el suelo. Cuando la policía llegó al lugar, el linchamiento había cesado y el delincuente yacía herido, con una fisura de cráneo y numerosos hematomas en su cuerpo. Fue trasladado de urgencia al Hospital Escuela, donde permanece bajo cuidados médicos.

“Dos menos”: la frase de un vecino que grabó los cadáveres de dos ladrones abatidos por la policía

Este incidente arroja luz sobre la preocupante tendencia al linchamiento en algunas comunidades, donde la ira y la frustración pueden desembocar en actos de violencia descontrolada. Además, el trasfondo criminal de Barbúdez agrega una dimensión adicional a la situación, recordando el impacto duradero de la delincuencia en la sociedad.

Renzo Barbúdez, de 42 años, no es ajeno a la ley. Con un prontuario delictivo que se remonta a su juventud, ha sido implicado en una serie de robos, hurtos y otros delitos contra la propiedad. Sin embargo, su historia familiar también es digna de atención: es hijo de Nilda Valiente, una mujer que cumple una condena de prisión perpetua por el asesinato brutal de su hijo de 19 meses en 2005.

El caso de Nilda Valiente, quien presionó el rostro de su bebé contra el barro antes de apuñalarlo unas 38 veces, arroja una sombra oscura sobre la vida de Barbúdez y plantea interrogantes sobre las dinámicas familiares y los factores que pueden contribuir a la delincuencia generacional.