Un mujer fue asesinada de 24 puñaladas por su pareja

María Belén Muñoz regresaba de una reunión familiar cuando, tras indicar que se dirigía a bañarse y acostarse, fue sorprendida por un violento ataque por parte de su pareja. Los gritos desgarradores de la víctima alertaron a su familia, quienes intentaron desesperadamente socorrerla, pero lamentablemente fue demasiado tarde.

La joven recibió múltiples heridas de arma blanca, principalmente en el tórax, en un acto de violencia extrema que terminó con su vida.

La respuesta del agresor

Alejandro Albornoz, el presunto autor del femicidio, no mostró arrepentimiento ni empatía frente a los pedidos de explicaciones de la familia de María Belén. Con una escalofriante frialdad, respondió: "Ahora no puedo atenderte, se me acabó el tiempo". Posteriormente, fue él mismo quien llamó al servicio de emergencias para confesar el crimen.

El contexto de violencia previa

El caso de María Belén Muñoz evidencia una trágica realidad: la existencia de un contexto de violencia previa que no fue suficientemente abordado. El presunto agresor, Alejandro Albornoz, había sido denunciado por violencia doméstica por su propia madre meses atrás, pero nunca había sido acusado por la víctima.

Esta situación pone de manifiesto la importancia de brindar protección y apoyo a las víctimas de violencia de género, así como de tomar medidas preventivas efectivas para evitar tragedias como esta.

El femicidio de María Belén Muñoz es un recordatorio escalofriante de la urgente necesidad de combatir la violencia de género en todas sus formas. Es fundamental que la sociedad y las autoridades redoblen los esfuerzos para proteger a las mujeres y prevenir situaciones de riesgo.

Solo así podremos construir un futuro en el que todas las personas puedan vivir libres de violencia y con plena igualdad de derechos.

Con información de TN