Murió el artista argentino Adolfo Nigro.

Una experiencia de vida a través del arte.

Cultura 15/05/2018 Edgardo Montivero Edgardo Montivero
nigro_1

Ayer a la mañana falleció el artista argentino Adolfo Nigro, cuya salud se venía deteriorando de a poco desde hace un tiempo.

Nigro había nacido en Rosario en 1942 y vino con su familia a Buenos Aires a comienzos de la década del cincuenta. Egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano en 1960 y estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón en 1962. Se formó además en talleres particulares como el de Víctor Magariños.

A mediados de la década del sesenta vivió unos años en Montevideo, donde se vinculó con los que habían sido discípulos e integrantes del Taller Torres García. Allí estudió con José Gurvich desde 1966, el gran artista uruguayo que por entonces comandaba el Taller de Torres. En aquel tiempo recibe Nigro el legado constructivista y la visión del arte como un campo de la cultura inscripto dentro del humanismo.

Nigro presentó su primera exposición individual en Montevideo en 1966 y desde entonces realizó decenas de exhibiciones nacionales e internacionales.

A lo largo de los años siempre se comprometió con la causa de los derechos humanos, formó parte del grupo Artistas Plásticos Solidarios, lo cual se registra, en numerosas muestras y publicaciones. En 1989 recibió el Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Bellas Artes, y en 1994 el Premio Trabucco de la Academia Nacional de Bellas Artes, que son los principales reconocimientos oficiales a la carrera de un artista plástico argentino. También ilustró numerosos libros de poetas y escritores. En 2004 presentó una gran retrospectiva en el Centro Cultural Recoleta.

El concepto de estructura del cual deriva el constructivismo en las artes visuales parte de Platón, pasa por Descartes y por las “categorías” kantianas, hasta llegar a la teoría lingüística chomskiana y al estructuralismo europeo. Se tata de una tradición epistemológica que postula el carácter innato de ciertas estructuras rectoras de la percepción, las cuales determinan una serie de predisposiciones del pensamiento según reglas muy generales y abstractas. Según esta teoría, las ideas innatas moldean y dan forma a la experiencia.

En la tradición seguida por Nigro hay un doble equilibrio: por una parte entre lo popular y lo culto. Por otra, entre lo universal y lo regional. Se trata de la construcción de una poética que da cuenta tanto de una identidad como de cuestiones más universales.

Para Adolfo Nigro la obra de arte siempre fue un artificio complejo, una incrustación hecha de citas, memorias, retazos autobiográficos, objetos perdidos, recuperados o atesorados. Desde tal punto de vista, el arte sería el resultado de la destilación de una experiencia de vida.

Te puede interesar
Lo más visto