El método Gallardo en River: "Manejar el menor error posible"

El entrenador del Millonario no deja detalle librado al azar y controla casi todos los aspectos del fútbol profesional y de interiores, algo que se detalla en este informe de Superfútbol.

Deportes 27 de mayo de 2020 Luján 365 Luján 365
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El éxito de Marcelo Gallardo como entrenador de River es innegable. Sin embargo, los grandes resultados deportivos no llegaron sino después de una gran transformación que el Muñeco encabezó en el Millonario durante éstos seis años en el club.

Lo que podría denominarse el Método Gallardo pone en el director técnico la mayor cantidad de responsabilidades respecto del fútbol profesional y de divisiones inferiores para así "manejar el menor error posible". Para ello, a continuación se detallan una serie de aspectos que el entrenador se encargó de controlar y así cambiarle la cara al club de Núñez.

Uno de los primeros detalles que Gallardo quiso modificar desde su llegada al club fue reestructurar el River Camp, el predio que posee el club en Ezeiza. Es que, según le explicó al presidente Rodolfo D'Onofrio, el predio en cuestión era casi un lugar de reclusión para futbolistas que no eran tenidos en cuenta, en las épocas en las que Gallardo era jugador. Por eso,  buscó que River Camp se convierta en la "casa" del plantel, hasta con la asistencia de un paisajista para renovar el predio. En el mismo, además, la Primera y la Reserva trabajan en conjunto para lograr una mejor fusión.

Otro detalle es que Gallardo pasa entre ocho y catorce horas dentro del predio de Ezeiza y busca planificar el día a día del equipo hasta el más mínimo detalle.

Dentro de esa planificación, el Muñeco también incluye una especie de balance entre lo que cree que el club debe vender para poder incorporar. De esa manera, siempre busca un equilibrio en lugar de dejar esas cuestiones libradas a los tesoreros o directivos. Incluso se han presentado situaciones en las que ha bajado incorporaciones por considerar a los contratos como demasiado altos.

La planificación, además, no sólo tiene que ver con la infraestructura del predio de Ezeiza, sino que además renovó el Monumental, sumando un sistema tecnológico que hasta le permite saber qué sectores del campo de juego están más secos para así poder regarlos durante el entretiempo.

Además de ese sistema, Gallardo siempre se preocupó por el estado de la cancha, al punto de haberle demostrado a D'Onofrio que no era necesario seguir alquilando el estadio para recitales porque el dinero que ingresaba se terminaba yendo para recuperar el campo, que además necesitaba mucho tiempo para volver a su estado óptimo.

En cuanto al plantel, nunca quiere que pierdan el foco del objetivo, al punto de haber suspendido algunos festejos en las previas de los partidos (como lo fue el del aniversario de la final ante Boca en Madrid) para evitar desconcentraciones. Incluso le avisó a la marca que viste al equipo que las camisetas conmemorativas se iban a utilizar sólo de visitante. "En River, se juega con la banda roja", sería la directiva.

Todo esto, además, es complementado con un extensivo scouting para incorporar jugadores así como también directivas para las categorías juveniles en cuanto a la forma de juego y sistema táctico.

Junto con su Cuerpo Técnico, Gallardo desarrolló un informe que detalla, puesto por puesto, qué atributos mentales, físicos y técnicos busca para cada jugador. Todo esto, además, con el foco puesto en respetar el ADN de River, que requiere jugadores dotados técnicamente.

En cuanto a la forma de juego de las divisiones juveniles, quiere que todos jueguen como la Primera y bajó línea de tres sistemas tácticos a usar: 4-1-3-2, 4-3-1-2 y 4-2-2-2. ¿Y la línea de tres que supo emplear en la última Superliga? Fue circunstancial.

Finalmente, en la cabeza del Muñeco no hay lugar para los extremos y ninguna categoría los usa. Quiere que los equipos jueguen con futbolistas creativos y siempre con dos delanteros.

FUENTE: TyC Sports

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